jueves, 15 de marzo de 2018


El hombre que negó el saludo nazi



Se llamaba August Landmesser y en 1936, en pleno auge del nazismo, este hombre decidió negar el saludo nazi. ¿Por qué? 

Durante la botadura de un buque de la marina alemana, una multitud de personas se congregó en Hamburgo. Mientras todos levantaban su brazo para hacer el saludo nazi, uno de ellos se quedó con sus brazos cruzados.
Sin embargo, no fue hasta el año 1991 cuando una de sus hijas identificó a este hombre como August Landmesser, un trabajador del astillero de Hamburgo.

En 1931 se había afiliado al NSDAP (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán) con la esperanza de poder conseguir un trabajo gracias a su pertenencia al partido, ya que en esos años dominados por la dictadura del Partido Nazi, quién no estuviera en sus filas tenía muy difícil conseguir un empleo.

Aunque fue del Partido Nazi desde 1931 y hasta 1935, fue expulsado por haberse casado con una mujer judía, Irma Eckler.
Con ella tuvo dos hijas y fue por ello por lo que le metieron en la cárcel por "deshonrar a la raza". De Irma, se cree que fue detenida por la Gestapo y metida en la prisión de Hamburgo y sus hijas (Ingrid e Irene) separadas.

Landmesser fue definitivamente condenado a dos años y medio de trabajos forzados en el campo de concentración de Börgermoor (condenado por Rassenschande, artículo 2 de La Ley para la Protección de la Sangre y el Honor Alemanes. Dicho artículo prohibía las relaciones sexuales extra-conyugales entre judíos y alemanes. El artículo 5 de la misma ley establecía en su apartado 2 que "el varón que viole la prohibición del artículo 2 será castigado con pena de prisión con o sin trabajos forzado").

Su mujer Irma corrió la misma suerte después de ser condenada y fue llevada a Lichtenburg, para ser posteriormente trasladada al campo de Ravensbrück (ambos solo para mujeres) donde murió en enero de 1942, como tantas otras mujeres judías en ese campo de concentración. 

A Ingrid se le permitió vivir con su abuela materna, mientras que Irene fue llevada a un orfanato y más tarde adoptada por una familia.

Una vez que Landmesser salió de prisión en 1941 fue llevado a continuar sus trabajos forzados en una fábrica de coches para el ejercito, y mas tarde obligado a alistarse al I Batallón de libertad condicional "999". Desde finales de ese año no se volvieron a tener noticias de él, lo que hace pensar que muriese en alguna de las batallas en las que participó ese batallón.

Esta fotografía puede ser contemplada en el centro de documentación "Topografía del Terror" ubicado donde hasta 1945 se encontraban las centrales de la Gestapo, las SS y la Oficina Central de Seguridad del Reich Reichssicherheitshauptamt, en la antigua calle Prinz Albrecht de Berlín.
Las hijas del matrimonio Landmesser sobrevivieron a la guerra y fueron criadas en una de las innumerables casas para huérfanos que hubo en Alemania después de la II Guerra Mundial.

En 1996 una de sus hijas, Irene, escribió la historia de su familia con el fin de contar al mundo la desgarradora historia de su padre y su madre y de cómo fueron separados por el régimen nazi. La suerte ha querido que gracias a Internet su historia se haya recuperado de nuevo hoy.



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